Tuesday, May 01, 2007

Exposición

Me parece reconocer mi ingenuidad acerca de la pintura al asistir a la Exposición qe recientemente se realizó en la sala/auditorio del Hospital General del Estado (HGE). Mis conocimientos sobre dicho Arte se extienden desde la mera apreciación hasta la valoración subjetiva: este cuadro me gusta, este no por… qé sé yo. Me pregunto, ¿qé otra cosa no es el Arte? De Osvaldo Contreras, Manuel Romo Rodríguez, Benjamín Rosales i Jesús Grijalva, este último escultor, fue la obra qe pudimos apreciar mi acompañante i yo en el HGE como pretexto de las IX Jornadas de trabajo social “Fortalezas y debilidades del trabajador social en los diferentes campos de intervención” Antes de tratar de interpretar una obra de Arte, qé es, o qé significa, qé quiere decirnos el autor, o cómo es qe está constituida, creo qe lo conveniente es interpretar nuestros sentidos, nuestras emociones frente a la obra en cuestión. ¿Cuál es mi visión de mundo después de apreciar una máscara tallada de algún tronco? ¿Por qé me siento desesperado al ver la paciencia de un paciente qe espera ser atendido i lleva largo tiempo esperando? ¿Cuándo me observan realmente los ojos en un cuadro de Manuel Romo Rodríguez? ¿Qién se esconde en los colores fríos, a veces ardientes, del paisaje de Osvaldo Contreras? Cada imagen expuesta plantea distintas perspectivas del autor, qien hace qe sus emociones conmuevan al espectador.
Por otro lado, no son pocas las referencias a símbolos de pintores cuya obra ha alcanzado la cima de los inmortales, referencias qe pudimos encontrar i no qiero enumerarlas en este momento.
Entramo al hospital y pedimos información sobre dónde se encuentra montada la exposición, ya qe un amigo me había dicho qe asistiera para darle mi opinión. La encargada nos dice qee sigamos derecho, después de firmar nuestra asistencia, a donde encontraremos un letrero con fondo rojo y letras blancas: sala/auditorio. Cruzamos un pasillo ancho, veo sobre mi cabeza dicho letrero, abro la puerta que da a un pasillo estrecho (¿Cómo es qe un hospital cuente con pasillos más estrechos?) Al fondo hay máscaras cuya expresión no me revelan tristeza ni alegría aun cuando unos clavos penetran sus labios; hay otra máscara cuya cabeza es perforada por una tijera con óxido: los ojos de esta última máscara son ciegos y parecen causar cierto escozor en el rostro de mi joven acompañante. A la izqierda hay un pasillo más: al fondo se encuentra el auditorio, eso dice la placa en la antesala. En las laterales del pasillo se encuentran: Derecha) varios dibujos al pastel, un tríptico de Benjamín Rosales i un cuadro qe refleja un rostro con colores cálidos, obra esta de Manuel Romo Rodríguez. Izquierda) algunos cuadros de Osvaldo Contreras, colores qe contrastan entre sí, causando nuestro asombro. En la antesala podemos apreciar un cuadro más del desaparecido Romo Rodríguez, i algunas máscaras más qe cuelgan del techo iluminado por luz natural i artificial de los focos, iluminado -puedo pensar- por la exigencia de la sensualidad qe me provoca ver entonces la expresión de los gestos en las máscaras. Entramos al auditorio i dos murales se encuentran detrás de la conferencista. (De la conferencia: nada, auto-superación, clisés: la mujer triunfa a pesar del machismo mexicano.) Ambos murales sugieren clínicas, laboratorios, mesas de operaciones, avances científicos, sabia preparación de lo qe sucede en los hospitales. Así, la exposición artistica montada en el HGE. Antes de retirarnos definitivamente, escuchamos la música de Víctor Franco Cabrera en la ceremonia de clausura.

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