Tengo la impresión de que el amor que no fue o no pudo ser por indiferencia, rechazo, malentendido o prohibición -y que no entra forzosamente en la categoría noble del "amor imposible"-, es siempre el varón el derrotado: no por cuestión de honor o de hombría, que puede parecerse al machismo, sino porque la mujer opone siempre razones válidas de moral, de fidelidad a alguien o a algo, o de dignidad personal para, defendiéndose de sí misma, rehuir el peligro cuando aparenta defenderse del otro. Y, en esta materia, el perdedor cae en ridículo, ante sí y ante los demás, pues aunque su fracaso no haya tenido testigos ni curiosos, los lectores forman un público de espectadores que van a conocer, por dentro y fuera, que es lo peor, su derrota.
4 Comments:
y cuando es la mujer la que pretende y el varón la mira con indiferencia y hasta con repugnancia por el simple hecho de pretenderlo? el hombre no puede dar más que una razón: no me gustas... y se acabó. es simple y también muy humillante.
al menos en el caso de la mujer rechazada no hay literatura que dignifique el patetismo de su derrota ni de su persistencia... nada que la romantifique.
en cambio el hombre vive eso y en la literatura puede verse como héroe trágico.
a lo mejor entendí mal esto qe escribiste... whatever
¿Haciendo resumen?
mucho cuidado con los gerundios
aunque útiles, son bichos peligrosos
ay
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