Friday, June 23, 2006

Algunas notas sobre Vestigios del origen, de Edgar Valencia


La duda y la certeza del individuo dan cuerpo a Vestigios del origen, ese maravilloso libro de Edgar Valencia (Torreón, Coahuila, 1975). Vestigios del origen es un libro de poesía qe apuesta por imágenes plásticas sobre sinestésicas , además de mostrar, el autor, una conciencia plena del lenguaje, pues los poemas reunidos en este libro son creadores de emociones, mismas qe logran conmover al lector. ¿Qé otra cosa busca un extraviado en la poesía como yo? (En la imagen, Edgar Valencia)
El libro se encuentra dividido en tres secciones.
Poesía de la luz qe tiene su origen en la fuente solar, en la fuente de la noche, en “Cantos para el éxodo” todo gira en torno a la gran pregunta: ¿qé? Domina en esta sección el camino hacia lo incierto, a sabiendas de qe lo único cierto es la muerte, en plenitud de lo qe dejamos atrás. Todo está poblado de dudas, nos dice el poeta, lo único verdadero son las palabras, y aun éstas, en la voz del poeta, son una mentira:
qué nos espera en la orilla
en las afueras de la luz agónica
debemos salir del jardín abolido
periódica esquina de soles rojos y sangrantes.
Ya en la segunda sección desde el título se nos anuncia el contenido: “Pistas para el encuentro”. Si en la primera sección estaba la incertidumbre, en la segunda se calma cualquier tipo de ansiedad al encontrar en los reflejos de las cosas no lo qe se busca sino una conciencia del ser, siendo la luz nocturna, ahora, la qe ilumina el camino:
soy víctima del tiempo que sangra la piedra
mi ataúd está cargado de relojes
de horas que morirán
por medir sólo oscuridad
todavía aquí no hay prisa.
Cierra el libro con la sección “Señales de nostalgia”, misma qe consta de 20 poemas. Esta sección es un colofón de lo sucedido ya en las dos anteriores secciones. Los poemas, desde el título –‘variaciones contra la esperanza’, ‘recuento’, ‘nombrar’, ‘al menos’, etc- nos señalan, en ese soliloquio del poeta, lo efímero qe suelen ser los instantes de las emociones de los hombres, lo qe valen son los recuerdos de haber vivido esas emociones:
ahora sólo queda en el horizonte
un mar dormido
un golpe de estrellas
queda una ausencia
quieta callada en un rincón.
Cada poema exige una competencia literaria. Esto no es difícil de percibir en Vestigios del origen. Sin caer en lo cotidiano, el libro de Edgar Valencia logra conmover al lector con el uso de un lenguaje aparentemente coloqial. En cuanto a las cuestiones formales, el suprimir mayúsculas por ejemplo, corresponde a una búsqeda experimental de la voz propia del poeta i al lector sólo le qeda dejarse llevar por la voz luminosa de los poemas.
hago una breve incisión en el poema
dejo que sangre primero una vocal.

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